maría Suárez López

Soy María, un ser humano curioso por naturaleza, con mucho entusiasmo por la vida y con contemplativa pasión por la música.

Deseo profundamente ser transmisora de todo esto con lo que tenga entre manos: en este caso, un cello.

Dicen que las palabras no expresan lo que sí la música, pero este podría ser un buen resumen de quién soy.

Me llamo María Suárez López. Nací en León (España) un bonito día del 98.

María Suárez tocando el violonchelo

Cuando era una niña, a mis padres les pareció buena idea iniciarme en la música con el cello y compaginarlo también con el arte de la danza clásica. Pienso que tienen muy buenas ideas. Desde entonces, me encanta el escenario.

Un día, escuché el Preludio de la Suite I de J.S.Bach. Ya no me acuerdo de cómo sonaba, pero sí tengo bien grabada la imagen de los ojos cerrados del intérprete, haciéndose uno con esa música. “Yo quiero esto”, pensé.

Así descubrí que quería ser cellista.

“Me suena todo demasiado perfecto e igual. La cosa es que, en la música pop o jazz, los cantantes utilizan muchísimos recursos expresivos. Pero, precisamente éstos, hacen que el resultado no sea totalmente impecable como se entiende en la música clásica. ¡Pero es lo que aclama el público de ese intérprete! Es más, me pongo a cantar yo el Concierto de Haydn [para violonchelo y orquesta en re mayor] (sí, lo canté) y ya sólo entre las dos primeras notas me sale un algo que me resulta natural y que se llamaría, supongo, un portamento.
Otro día, me sinceré con mi profesor de cello y le confesé que odiaba a Haydn:

Después de compartir mi incomprensión sobre la interpretación de la música de Haydn en particular, y de la música clásica en general, mi profesor me recomendó que escuchara grabaciones del s. XIX y me dijo que todo eso que yo demandaba ya tenía nombre y apellidos.

Así descubrí que me gusta la interpretación historicista.

María Suárez actuando
María Suárez posando
Otro día más, estaba hablando con una compositora y le hice otra de mis confesiones: “Es que a mí me encanta hacer de bajo con el cello. Y para estudiar el bajo canto mientras tanto la melodía que tengo que acompañar para ver si tiene sentido lo que hago”. De este modo, esta compositora encontró que a mí me gustaba eso de tocar y cantar a la vez y me compuso una obra.

Así descubrí que me gusta la performance interdisciplinar.

Violonchelo en el balcón
Toco música de compositores muy muertos y de compositores muy vivos, con cello barroco y moderno, con y sin voz, en la calle y en grandes salas de concierto, para gente en una cárcel y para gente de traje y corbata. Ahora sí, todo ello con mis queridas cuerdas de tripa, honestidad y mucha pasión.

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Casi se me olvida decir

Hoy resido en La Haya (Países Bajos) y mañana, donde Dios quiera.

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